Sabado Noche y tocaba cenita en casa de mi hermana. Mi cuñado SinPa (Sin Papeles) hace una lasaña que es de Muerte Súbita y Resurección Espontánea (NOTA IMPORTANTE: mi otro cuñado, el ConPa - Con Papeles - es un experto en pescados.... tiene un punto para el pescado que lo deja DE-LI-CIO-SO).... ya me desvié, a lo que iba, que yo quería llevar un postre "a la altura" y recordé una receta muy rica que había visto por la red:
No tenía kiwis, limones nunca faltan pero tenía unas deliciosas limas así que, ¿por qué no con lima?. así que hice una "Lima Curd" con una receta de esas ultrarápidas porque no tenía mucho tiempo
Se mezclan los huevos, la yema y el azúcar y se baten con las varillas.
Se derrite la mantequilla y se deja atemperar
Se echa el zumo de lima colado, la ralladura y la mantequilla derretida sobre el batido de huevos mezclando suavemente y sin hacer mucha espuma.
Se mete en el micro y y se calienta en intervalos de 1 minuto a la máxima potencia. Se abre, se remueve con una cuchara de madera y se repite hasta que tenga la textura correcta (como un cuajado). En unos 4 minutos estará perfecto.
Finalmente al sacarlo, hay que removerlo durante medio minuto para que se amalgame todo bien.
Se cubre con un film de cocina pegado a la crema para que no se forme costra.
Se deja enfriar.
Y en el último momento se hace el "chorbete"
* Se vuelca todo el Lima Curd en el vaso de la Thermomix
* Se echan dos limones pelados, sin pepitas y sin la parte blanca
* Se echan 800 gr de hielos
* En la receta original ponía 200 gr. de azúcar pero a mi me parecía excesivo y, además, me gusta ese toquecillo amargo de la lima así que la medida fue a "ojímetro" y probé hasta que me pareció suficiente.
* Se programa 2 minutos a velocidad progresiva 5-10
Y el resultado fue un postre fresquito y muy rico. Lástima que no tuviese mi heladera preparada porque estoy segura de que si se manteca como un helado todavía estará mucho mejor pero eso será para la próxima lasaña, jeeeeejejeje.
La verdad resulta complicado mantenerse en tu peso cuando te gusta comer de todo y en abundancia. Y da igual que cocines sano (vapor, plancha, con poco aceite, etc.) y comas productos sanos (frutas, hortalizas....), puedes tener sobrepeso igualmente. No me voy a poner a analizar que si metabolismo lento o rápido, que si el IMC (Índice de Masa Corporal) o si tengo que pesar "x" o "y" o que si tengo que pesar las comidas y comer sólo 20 cochinos gramos de esto o de aquello. Para una persona como yo, que no tengo ningún problema de salud "severo" (porque lo que es "achaques" claro que tengo), la fórmula "matemática" resulta muy sencilla:
COMER MENOS (menos combustible) + HACER MÁS EJERCICIO (y, por lo tanto "quemar más")
porque, evidentemente, eso que sobra es porque realmente no hace falta y ahí se queda: en forma de flotadores o de alas de murciélago (el flan del adiós, que diría Rosita) o de piernas acolchadas en plan "bata-de-guata" entre otras muchas cosas... y al final la "estética" es lo menos preocupante. Por desgracia, detrás de todo eso, pueden esconderse enfermedades de las que después es difícil, por no decir imposible, liberarse.
Y no vale de nada darte una paliza descomunal un día en el gimnasio o pasar más hambre que Carpanta durante una temporada hasta alcanzar a ponerte otra vez aquellos vaqueros que ahora les falta una cuarta para que te abrochen, si después vuelves a los mismos hábitos que te mantenían en ese sobrepeso al que al final acabas por acostumbrarte y acomodarte. Puedes sentirte "bien" pero realmente y a la larga, lo más probable es que acabes con algún problema de salud (problemas cardiovasculares, diabetes, dolores en las articulaciones, en la espalda, ácido úrico, etc.) así que creo que hay que ponerse las pilas y "entrenarse" para comer adecuadamente y con ello llegar a un peso saludable y mantenerlo. Considero una burrada esas dietas (y es que ODIO la palabra "dieta", "régimen", etc... jamás he sido capaz de seguir uno) restrictivas en las que, después de vivir pegándote panzadas de chuletón con patatas fritas, noches de hamburguesa y pizzas, pasta y arroz hasta la bandera como si fuésemos a hacer el "tour" de Francia, etc. y de repente te obligan a comer dos hojas de lechuga y un poquito de pavo, ¡¡¡SEÑORRRRRRRRRR!!!. En dos días YO LA DEJARÍA... por todo: por el hambre, la ansiedad y por la tremenda frustración que me supondría un cambio tan brusco. Por lo tonto, digoooooooo, por lo tanto, creo que lo ideal es empezar por acostumbrarnos a comer "un poco menos" de lo que solemos comer habitualmente. Si tenemos almacenada esa grasilla es porque realmente no nos hace falta taaaaaaanta comida o que lo estamos haciendo mal y no estamos tomando lo que realmente necesitamos así que empecemos por ahí.
Me he pasado dos años estudiando nutrición y puedo decir aquello de "Sólo sé que no sé nada" aunque me voy haciendo una pequeña idea y me he puesto las pilas porque no podía seguir ya con estos 20 kilos de sobrepeso que tenía en mis espaldas (y rodillas, que cualquier día me iban a hacer "COTOCROK", amén de otros riesgos que tenía por mi carga genética -cosa que vio la dietista en cuanto entré por la puerta), por eso me puse en manos de una profesional, Ana Vidal, y los bajé hasta llegar a mi peso. Todavía me faltaban 3 kilitos para llegar a la meta que nos habíamos propuesto en principio Ana y yo pero reconozco que soy una "cagaprisas" (que diría mi amiga Amparo) y tenía muchas ganas de volar sola y aplicar lo aprendido así que decidí seguir por mi cuenta y con esto nació la idea de mi proyecto: Una vez llegado al normopeso, conseguir mantenerme durante un año entero con una planificación semanal de menúes basado en nuestra dieta "Mediterránea", aunque, y como bien dijo Ana Vidal, también la Atlántica porque, reconozcámoslo, en España en general comemos de vicio, incluso en el interior, y tenemos una gastronomía estupenda, además de unos productos excelentes. Y no digo que en otros países no haya también unos ingredientes y una gastronomía maravillosa pero no hace falta irse muy lejos ni buscar debajo de las piedras cuando tenemos muchas cosas ricas y buenas tan cerca y tan a nuestro alcance.
Por otro lado y en contraposición a lo que acabo de exponer, nos encontramos con que no estamos concienciados de la importancia de nuestra alimentación, que muchas veces nos limitamos a "lo que nos apetece", "lo que nos gusta" y no nos fijamos en "lo que nos hace falta".... Que si por mi fuera, me comería bocatas y tartas todos los días pero eso ni es sano ni es bueno y mi metabolismo de adolescente se lo podía permitir pero ahora las cosas han cambiado y los 200 gr. que engorde esta semana se convertirán en
200 gr. x 52 semanas que tiene el año = 10.4 kilos el año que viene.
Y no, no es broma.... y de la misma manera también se puede revertir el proceso y hacer un gasto mayor a la semana para que al cabo de un año hayamos conseguido bajar esos kilos que tenemos de más sin apenas darnos cuenta porque, ¿verdad que no engordamos esos 10 kilos en una semana?. Yo no, desde luego.
Así que de la misma manera que, aunque me encanten las bufandas no voy con ellas a la playa (como poder podría, desde luego, pero no es práctico ni procedente) pues sé que tengo que comer ciertas cosas y no debo comer otras muchas en exceso así que, poco a poco, espero ir encontrando ese equilibrio que había perdido hace años y, sin dejar de darme mis lujos y comer de todo un poco, tener una base sólida que me ayude a mantenerme en un buen estado de salud. Como buenos ejemplos de mujeres longevas y bien informadas en cuestiones de alimentación tenemos a
para mi dos grandes pilares y claros ejemplos de que, detrás de una alimentación adecuada, podemos tener una buena y larga calidad de vida así que arranco ya con mi proyecto, del que sólo tengo esbozos un ligero planteamiento pero lo haré como todo en mi vida: me lanzo y después ya iré haciendo camino porque, un desastriño como yo, no lleva bien eso de "planes a largo plazo" y mejor iré poco a poco y "haciendo camino al andar"...... me espera un año lleno de ideas y de comida sana, ¿lo conseguiré?,
¡¡¡yo creo que sí!!!. Al menos ahora he vuelto a sentirme ligera, con energía y sin ese dolor de rodillas y cansancio perpetuo que me tenía anquilosada. Vale la pena el esfuerzo para seguir manteniéndome así y no renunciar a algún caprichito a la semana, que encima, saben mucho mejor cuando se dosifican.
Esta clásica tarta de galletas y chocolate está deliciosa y es muy facilona. Tenía muchas ganas de hacerla y encontré una página donde venía muy bien explicada
además era una tarta de abuelita de verdad así que la seguí al pie de la letra:
500 gr. de leche entera
100 gr. azúcar
3 huevos
5 gr. esencia de vainilla
50 gr. maicena
300 gr. chocolate fondant o a la taza (el de Nestlé fue el que mejor me quedó)
50 gr. leche entera
Galletas tostada o María (me quedaron genial las de Alcampo, las de marca blanca)
250 gr. de leche
1º - Se pone en el vaso la leche, el azúcar, los huevos, la esencia y la maicena - Programar 10 minutos - 90º C - Velocidad 4
2º - Mientras, vamos preparando la capa de galletas remojándolas en leche (y en whisky/vino dulce, etc. si es para mayores "con garra") y colocándolas en el molde
3º- Retiramos la crema pastelera a un bol. En el vaso sin lavar, echamos 50 gr. de esa misma crema. El sobrante lo tapamos con film pegándolo bien para que no se forme costra
4º - Ponemos el chocolate en trozos y 50 gr. de leche entera. Programamos 10 min - 90º - Veloc. 1
5º . - Mientras tanto, extendemos la crema pastelera
6º - Repetimos el punto 2, poniendo la capa de galletas remojadas
7º - Extendemos la capa de chocolate
8º Repetimos la operación finalizando con la capa de cobertura de chocolate
Si se quiere hacer un rascacielos pues tendría que aumentarse la cantidad. Yo hice dos capas de crema y dos de chocolate (contando con la de la parte superior) con las cantidades indicadas y me pareció perfecta.
El resultado fue DE-LI-CIO-SO .... para chuparse los dedos de los "pieses"
Muchísimas gracias a esas personas que comparten sus cosillas por internet y, sobre todo, a las dulces "abus" y a las mamis (sean o no abuelitas algún día) con sus deliciosas recetillas.
Y en breve secuestraré a mi madre para que me enseñe una muy rica que también se hace con galletas.... próximamente.....
Ay, María, ¡¡¡que rebonica!!, ¡¡que tú también tienes la Tarta de la Abuela!!, pues la tuya también la haré, ¡¡¡seguro!!!, que tiene una pintaza y siempre lo explicas todo fenomenal.
Reconozco que soy una facilona para las películas.... y si son películas divertidas, que no te hagan pensar y sirvan para pasar un buen rato olvidándote del mundo y de los problemas pues mejor que mejor, pero esta película no es de ese tipo.
Con Juliette Binoche como Rebecca, una fotógrafa comprometida con su trabajo, cubre reportajes de países en conflicto hasta que es herida en Kabul por una bomba. Recuperándose en familia con su marido (Nikolaj Coster-Waldau, famoso por su papel en "Juego de Tronos") y sus dos hijas, surge una crisis matrimonial y familiar debido al riesgo que conlleva su trabajo y llega el momento en el que tiene que elegir.
Es una película que da mucho que pensar y qué debatir en muchos sentidos: la crueldad de las guerras, las crisis matrimoniales y familiares, la mujer en profesiones que antes eran exclusivamente masculinas, la elección de una vida familiar o profesional, etc., etc.. La fotografía de las playas de Irlanda es espectacular. Las imágenes de los países en conflicto demuestran sólo una parte de la dureza que allí se vive y en conjunto la película, aunque dura 117 minutos, no se me ha hecho larga en absoluto. La he encontrado fascinante y la interpretación de Binoche, una vez más, me ha encantado.
Más información:
http://www.golem.es/milvecesbuenasnoches/
Y como colofón, la preciosa canción que cierra la película: